Descripción
Aunque hay leyendas universales en torno a esta flor, las que se cuentan en el país de los vascos dicen que la diosa Tierra les dijo a los hombres: «Crearé para vosotros una flor tan hermosa que al verla los seres de la noche creerán que es el propio sol»
Entonces los hombres decidieron poner la flor del sol, Eguzkilore, en las entradas de sus casas, y ocurría que cuando un maligno genio llegaba a la puerta debía pararse para contar cada una de las hojillas o pelos de la flor. Y así, contando contando, llegaba el amanecer y debía marcharse.